Este salón carecía de luz, el mobiliario que tenia era impersonal y sin un estilo definido.
Sus propietarios necesitaban que fuera acogedor, moderno, distinto y llamativo sin perder el estilo clásico de la zona en la que está situado.
-Abrillantar suelo
-Pintar paredes en tono blanco roto
-Añadir y modificar puntos de luz en el techo
-Vinilar dos paredes en un estilo piedra zen
-Propuesta de mobiliario de calidad superior
ncreíbles resultados en poco tiempo.
Es un salón-comedor digno de revista de decoración.
Los futuros huéspedes se sentirán mejor que en casa y notarán que hemos pensado en ellos desde el primer minuto de la reforma.