Querid@ amig@ de Mimo Reformas:
Hoy quería escribir un post diferente. No pretendo subir suscriptores ni lectores, simplemente expresarme.
He reestrenado maternidad, mi quinta maternidad concretamente, y todo esto conlleva muchas cuestiones.
No te puedo decir que ser autónoma y madre de un bebé recién nacido sea fácil, pues, siento que tengo que estar continuamente eligiendo, y sabiendo elegir, además, bien. Sin rango de equivocación.
Si eres autónom@ sabrás de sobra que un negocio es como tener otro hijo; te demanda, te requiere, te exige. Es algo complicado decirle «No, tu debes esperar» porque tienes que atender a quien hace dos semanas nació de ti.
La principal pregunta que me hago como toda madre y como toda emprendedora es «¿Lo estoy haciendo bien?». Es como tener la sensación constante que algo desatiendes, y cuando lo haces es extremo, sin un punto medio (aunque la realidad no sea así).
Si dejo a mi recién estrenado bebé con su papi y un bibi y me voy a trabajar me da pena. Pienso «Jo, ¿ Esto es correcto?», y si me quedo en casa, no acepto un proyecto o pospongo un cliente me surge la misma pregunta planteada de otra forma pero viene a decir lo mismo: «Y si me estoy equivocando?».
El caso es que mientras escribo esto estoy sentada con mi pequeña en los brazos, y los otros 4 requiriendo también de mi atención (No esperes, por tanto, que vaya a resultar un post muy coherente, pues lo voy haciendo a ratos).
¿Será que me exijo demasiado? ¿Será que o hago bien y nuestra medida es la más exigente con nosotros mismos?
He recibido últimamente varios mensajes felicitándome por mi rápida recuperación y otros tantos por admiración de apostar por mi negocio.
Querid@ lector, siento decir que ni una cosa ni la otra. Muy lejos de estar recuperada del todo, y más lejos aún de admiración alguna por apostar por mi trabajo, la realidad de la vida, al menos mi realidad, es que un negocio, como un hijo, no lo puedes dejar que se «críe solo». Detrás de cada proyecto hay profesionales, clientes y proveedores que no puedo decir un «Hasta luego Lucas», he de atenderlos como mejor puedo y sé en estas circunstancias.
Mimo Reformas Sin Obras sigue funcionando, seguimos ofreciendo reformas ágiles y sin complicaciones tanto en Granada como en Málaga, pero de una manera más maternal, más calmada, más «slow».
Si tienes pensado en contactar con nosotros te pido paciencia. Te vamos a llamar y vamos a ver qué tienes en mente por reformar, pero recuerda, estamos en modo calma.
En unos meses, 4 concretamente, volveré a darlo todo, como coloquialmente se dice a dar todo de una misma. Volveré a las prisas, a las llamadas, a los trayectos largos en coche, a las redes sociales y a conocer nuevas fábricas y materiales; mientras tanto disfrutaré de algún que otro paseo mañanero entre semana, o de apagar el móvil por las tardes.
Si has llegado hasta aquí te agradezco infinito. Quizá te identificas con algún aspecto de las líneas anteriores.
Muchas gracias por dedicarme un ratito de tu tiempo.
Un abrazo fuerte.
Cristina.
No Comments